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4.3. Los derechos humanos frente a las Tics.

 

Los derechos humanos son los derechos que tienen todas las personas para vivir una vida de libertad y dignidad. Complementando, se afirma que: “La sociedad contemporánea reconoce que todo ser humano, por el hecho de serlo, tiene derechos frente al Estado, derechos que éste, o bien tiene el deber de respetar y garantizar o bien está llamado a organizar su acción a fin de satisfacer su plena realización. Estos derechos, atributos de toda persona e inherentes a su dignidad, que el Estado está en el deber de respetar, garantizar o satisfacer, son los que hoy conocemos como derechos humanos".

 

Toda acción del Estado, de la sociedad civil y de cada persona en particular, así como el uso de todos los instrumentos e invenciones de la humanidad, deben respetar absolutamente los derechos humanos.

 La utilización que se haga de las TIC y especialmente de Internet no es una excepción. Sin embargo, existen en la relación derechos humanos-TIC algunos e importantes puntos que merecen ciertas consideraciones especiales.

Uno es lo concerniente al derecho a la libre expresión y al acceso a la información; y otro es la problemática que, a propósito del uso de las TIC, puede surgir entre el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la honra, la intimidad personal, la protección de la infancia frente a contenidos inadecuados, y la xenofobia y el racismo.

 

 

Como si fuesen dos caras de una misma moneda, junto con el derecho a difundir libremente ideas y a expresar sin reparos las opiniones propias, viene aparejado el derecho a buscar y recibir otras ideas y otras opiniones, es decir, información. Como todo medio de comunicación e información, las TIC pueden entrar en conflicto con derechos fundamentales como la privacidad y la honra. En el caso de Internet, esta posible vulneración de derechos es extremadamente factible, ya que, por ejemplo, es bien sabido que muchos sistemas de búsqueda o “navegación" incorporan mecanismos de registro sobre cada sitio que un usuario visita en la Red. De esta manera, quienes administran estos servicios pueden saber y —más grave aún— “vender" o hacer pública información de sus clientes o usuarios, de carácter estrictamente personal. Aun cuando sólo se trate de la divulgación de información relacionada con los hábitos de consumo de una persona, con fines estratégicos de mercadeo, es inaceptable que ésta se dé sin previa autorización del involucrado. Mucho más serio es el caso de la recopilación y la manipulación de la llamada información sensible, esto es, de aquella que por su naturaleza no debe ser registrada y mucho menos publicitada. Entran en esta categoría, por ejemplo, los datos relativos a los credos religiosos o políticos, y aquellos otros referidos a las preferencias o los hábitos sexuales. La intimidad y la honra de las personas prohíben cualquier injerencia en estos campos.

 

Ha surgido un conjunto de posibles usos ilegales de Internet como uno de los problemas más importantes para la política nacional y la coordinación internacional. Entre ellos se incluyen:

 

 La piratería de la propiedad intelectual:

La violación de los derechos de autor en la propiedad cultural; la violación de los derechos morales de los autores y la distribución ilegal de trabajos protegidos por el derecho de autor, como libros o cintas de vídeo, el juego: la aparición de casinos en Internet sin licencia y sin ningún tipo de regulación, la invasión de la intimidad: comunicaciones electrónicas no solicitadas; abuso de la información personal en bases de datos; robo de información personal; intercepción no autorizada de comunicaciones personales, delitos comerciales: fraude, incluida la piratería, en relación con las tarjetas de crédito, comunicaciones peligrosas: material ilegal que incluye pornografía infantil, material violento, vilipendio sobre temas raciales y religiosos, publicaciones difamatorias, asaltos, "hacking" o "cracking" : entrada ilegal en las computadoras privadas, gubernamentales; robo o daño intencionado de datos.

Uno de los mayores atractivos de Internet radica en su capacidad para una comunicación mundial libre en el mundo entero y, en particular, con los países donde puede no existir libertad de expresión.

 

 

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